Algunos os preguntaréis dónde he estado ésta semana y pico de ausencia. Para aquellos que erróneamente supongais que he estado esparciendo mi semilla e impartiendo mi justicia, debo confesar que que los hados se han cebado en mí de la peor manera: en las pasadas lluvias torrenciales el Sanatorio Fucknheim Palace dónde llevo a cabo mis investigaciones sobre la frekopatía fué anegado a altas horas de la madrugada y me vi obligado a achicar agua hasta prácticamente la salida del sol. Fruto de esta bendición, mi router falleció para resucitar al tercer día, cuando obligaciones laborales, repetidos ataques de apatitis y fiestas locales varias me han mantenido alejado de mi valosísima labor social.


Espero que esta vuelta, unida a mi inminente ingreso en la comunidad Videoarenera, repito Videoarenera, sea del agrado de alguno de mis sesudos seguidores.

Mientras engendro alguna reflexión sobre las causas y efectos de esta plaga de nuestros días conocida como phricopathia galopanthis os dejo con la cuasi-resurrección de mis amados Sentenced llamada Poisonblack (el próximo jueves en Razzmatazz):


Y al que le pique que se rasque!